En algunas ocasiones estudiar puede convertirse en un problema. Te cuesta concentrarte, empleas mucho tiempo pero no obtienes buenos resultados, y te frustras. Cualquiera sea el caso, a continuación te daremos algunos consejos e ideas para hacer que tu estudio sea más eficiente.
- Prepárate
- Planifica
- Estudia
- Prueba
El rendimiento de la mente está estrechamente relacionado con la salud física. Si tienes una vida saludable, tu mente estará más preparada para aprender nuevas cosas con mayor facilidad.
Por eso, para estudiar de forma eficiente y esperar buenos resultados primero debes prepararte.
Prepárate
Descansa bien.
Duerme entre 8 y 9 horas. No vale la pena sacrificar horas de sueño en orden de estudiar un poco más. Tu rendimiento al próximo día se verá disminuído si te privas de tus horas de sueño.
Aliméntate bien
Cada persona es diferente. Lo que a una persona le hará bien, puede que a otra no. Busca consejo de un profesional (como un nutriólogo) si fuere necesario, y ten cuidado con las recetas mágicas encontradas en internet.
Cuando te alimentes, come bien, pero no en exceso. Una buena comida no es sinónimo de una gran cantidad de comida. No comas más de 3 veces al día, ni comas cosas (como snacks) entre comidas (es decir, una vez acabado el desayuno, no comas nada más hasta el almuerzo).
Haz ejercicio
Hacer ejercicio al aire libre es beneficioso para la salud. También, puedes practicar hacer una pequeña y suave caminata con los hombros erguidos luego de comer.
Báñate y vístete.
Aunque no tengas que salir, vestirte de forma adecuada te ayudará a prepararte mentalmente para el estudio. Báñate, lávate los dientes, vístete y aséate y te sentirás preparado para estudiar. Así, también aumentarás tu eficiencia en el estudio.
No comas antes de estudiar.
Elimina los snacks y tampoco comas mientras estudias. No pienses en el hambre: el hambre de verdad no lo sentirás a menos que pases varios días sin comer.
Busca un lugar con las condiciones adecuadas
En lo posible, busca un lugar que tenga iluminación blanca y una temperatura adecuada, y siéntate silla ergonómica.
Busca todos los materiales necesarios para estudiar
Busca todo lo que puedas necesitar: Guías, libros, apuntes, lápices o un dispositivo para anotar, para que así no pierdas tiempo ni te distraigas mientras estudias.
Planifica
Escribe todo lo que necesites hacer. Lo puedes hacer a mano o en un computador, con un sencillo documento de texto o incluso con software gratuito de administración de proyectos como Quire.
Asígnale urgencia del 1 al 2, así como importancia del 1 al 2.
Comienza con las partes que sean más urgentes e importantes a la vez. En el caso extremo de que no te quede tiempo, puedes decidir en sacrificar las menos importantes. No dejes de hacer una tarea importante por una que es urgente pero mucho menos importantes.
Una vez que sabes lo que tienes que hacer, organiza tu día. Puedes usar un calendario real o digital y anotar todas las tareas que has de hacer en el día. Una vez separadas las tareas, si asignas, por ejemplo, 5 horas a estudiar, puedes separar esas 5 horas en pomodoros. Los pomodoros —aunque los puedes personalizar— son espacios de 25 minutos en los cuales trabajas al máximo en una tarea, dejando 5 minutos para hacer cualquier otra cosa. Al finalizar el cuarto pomodoro el tiempo de descanso aumenta a 15, volviendo a los 5 minutos en el próximo. Así, en las 5 horas puedes terminar realizando 10 pomodoros.
Estudia
La forma de estudiar puede variar según la asignatura. Aquí listaremos las ideas según cada ramo:
Matemática y ramos que usen matemática
Puedes empezar con un ejercicio. Busca un ejercicio resuelto y copia paso a paso el procedimiento, reflexionando por qué resulta eso. Luego, comienza a resolver los ejercicios sin ayuda, y compara tus resultados con la pauta. Si no tienes pauta, puedes usar herramientas como Symbolab o similares, pero siempre intenta todo lo posible antes de ver las respuestas. Repite esto muchas veces; por lo menos 50 ejercicios por cada tipo de ejercicio, y así podrás aumentar tu velocidad de respuesta y cometer menos errores, porque tendrás la experiencia de haberte equivocado mientras ejercitabas.
Ramos de letras
Nuestro cerebro recuerda con mayor facilidad una historia que un dato aislado. Hay muchos libros de estudio que usan esta técnica: presentan una historia o situación, y lo relacionan con el tema a enseñar. Reflexiona en el tema, y si hay preguntas, respóndelas. Toma notas y escribe lo que entendiste con tus propias palabras. Háblale a otros (o a tu mascota) de lo que aprendiste.
Prueba
Busca o hazte preguntas sobre lo que aprendiste. Plantéate una situación en donde tengas que usar lo que aprendiste y resuelve el caso sin ayudas. Luego, compara con las respuestas o con lo que estudiaste y revisa si estás en lo correcto. Si te equivocaste en algo, vuelve a estudiar el tema y pruébalo de nuevo, hasta que lo tengas bien.
Conclusiones
Esperamos que estas recomendaciones te sirvan para mejorar tus resultados al estudiar. Si te sirvió, ¡comparte con tus amigos y redes sociales para que no se lo pierdan!